Durante 2019, el deshielo de la Antartica, según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se multiplicó seis veces desde 1979 a la fecha, totalizando 250.000 millones de toneladas.
Recientemente, un nuevo derretimiento provocó un ascenso en el nivel del mar de tres metros, cuando los termómetros superaron los 20 grados centígrados, el mayor registro desde los 17 grados anotados en el año 2015.
Estos ejemplos, que hasta hace unos años se veían solamente en películas, hoy parecen cada vez más ciertos y reales. ¿Qué pasaría si la Antartica se derrite? La ciencia lo explica.
José Luis Iriarte, oceanógrafo del Centro IDEAL de la Universidad Austral, establece que lo primero que hay que tener en cuenta es que estos fenómenos de aumento de temperatura y posterior derretimiento, si bien ocurren en la Antártica, no se dan en todo el continente.
“Tenemos dos sectores en la Antártica, y en uno es que efectivamente en estos meses de verano hemos visto récords donde históricamente ha subido la temperatura,
El otro sector, dice Iriarte, se mantiene estable. “Inclusive con un poco de disminución en la temperatura, eso se transforma en formación de más hielo o nieve”, añade.
Las proyecciones del IPPC (Intergubernamental Panel Climate Change), la organización mundial de Naciones Unidas que aborda el tema, y por la cual todos los científicos del mundo se rigen, dicen que a nivel global el nivel del mar podría aumentar hasta 110 cm si no se hace nada de aquí al año 2030.
Arnaldo Zúñiga, meteorólogo y jefe del Área de Difusión de la Dirección Meteorológica de Chile, señala ante las proyecciones meteorológicas, “que lo que se proyecta es que los sectores bajos, tanto islas como el continente, se inundarían”.
El año pasado el IPPC sacó un último informe sobre océanos que indica que el nivel del mar podría aumentar entre 60 y 110 cm a nivel global si las emisiones siguen de la misma manera.
Por otra parte, otro estudio advierte que si se derrite la Antártica y el Ártico completo, el nivel del mar aumentaría en más de 60 metros.
Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago y especialista en Cambio Climático, señala que si bien hay proyecciones, son con mucha incertidumbre, “pues depende de cómo responda la Antartica occidental en los próximos años.
Esta zona es la más vulnerable de la Antartica, ya que está bajo el nivel del mar. Es ahí donde están los enormes glaciares Pine island y Thwaites, apodados los glaciares del fin del mundo”.
Una situación similar se vive en Estados Unidos.
En la costa oeste, en California en los últimos 100 años, el mar subió menos de 23 centímetros en California. A finales de este siglo, el aumento podría ser mayor a 2.74 metros.
El fenómeno se repitió en otros sitios de Norteamérica, como Miami y Luisiana, con olas cada vez más grandes y mares en ascenso permanente.
Debido a esta realidad, en esas zonas construyeron diques en puntos estratégicos, con el único objetivo de frenar el avance del mar en centros urbanos.
En Chile, sería recomendable considerar medidas en ciudades costeras como una combinación de barreras de contención del oleaje y dejar de construir en esas zonas, “lo que significa readecuar los planos reguladores de construcción en muchas ciudades y pueblos a lo largo del país, señala Iriarte.
Hay proyecciones catastróficas, indica el académico de la U. Austral. Sin embargo, advierte, no van a ocurrir:
“Si se derrite toda la Antartica, es un crecimiento de 50 a 60 metros del nivel del mar, pero es una elevación del nivel del mar que muy dificilmente ocurrirá”.
En el caso de Chile, si bien el nivel del mar está subiendo en la Antártica, en las regiones donde más subirá será en Arica e Iquique, que son las zonas que más se acercan al trópico.
Por lo tanto, el problema afectaría a territorios que no se creía se puedan ver perjudicados por su lejanía con la Antártica.
Pero los expertos coinciden en que no se puede considerar como un problema ajeno, le influye al mundo entero, incluso al microscópico.
El hielo continental, al derretirse, explica Iriarte, “entra volumen de agua al océano y esto provoca cambios en la física, por ejemplo, en la circulación, cambios en la química, para el agua dulce y cambios en los organismos que ahí habitan, especialmente los microorganismos”.
“Hay que recordar que hay otros lugares donde hay masas de hielo, como son el Norte y sur de la Patagonia, y los glaciares en los fiordos, que también están actualmente bajo retroceso, es decir, se está derritiendo hielo glaciar y es agua dulce que llega al océano“
Todos los lugares en la Antártica y en la Patagonia sur, desde Puerto Montt, están sujetos a estas alzas de temperatura, que tiene un efecto directo sobre las plataformas de hielo con consecuencias en el sistema terrestre, “porque las plataformas de hielo están asociadas al continente y al océano adyacente.
Además, hay que preguntarse qué efecto tiene sobre la flora y fauna en el ecosistema terrestre y marino, y sus consecuencias, como la disminución en la población de pingüinos”, añade el académico.